Cookie Consent by FreePrivacyPolicy.com

#145 El informe oficial que confirma el deterioro de las Tablas de Daimiel y cómo se pasó de 250.000 a menos de 25.000 aves invernantes

  •   10 minutos de lectura

Estas semanas no hemos estado en tu buzón. No por falta de ganas, sino porque estamos a punto de publicar una nueva investigación de la que tuvimos la primera pista hace casi un año y que nos ha llevado a uno de los descubrimientos más inquietantes que hemos hecho desde que empezó esta aventura de hacer periodismo independiente. En DATADISTA somos pocas manos, y estos días las hemos dedicado por completo a ese trabajo. En breve podrás contarnos si ha merecido la pena. Seguimos trabajando en crecer para poder seguir con nuestras investigaciones en profundidad y ofrecerte al tiempo informaciones basadas en datos que ayuden a comprender la actualidad. La ayuda de nuestras socias y socios es fundamental en ese empeño.

En este número te explicamos que Las Tablas de Daimiel han vuelto a tener agua esta primavera como no lo hacían desde hace años. Pero es un espejismo. Las lluvias excepcionales de marzo y abril han maquillado por un momento la grave degradación del parque nacional. En DATADISTA hemos conseguido un informe oficial que lo deja negro sobre blanco: Las Tablas ya no son lo que eran. Han perdido la conexión con el acuífero, dependen casi por completo de trasvases y pozos, y el ecosistema se transforma cada año en algo más ajeno a un humedal. En este boletín te contamos por qué el agua visible no es sinónimo de recuperación y qué dice el documento técnico que confirma el deterioro que llevamos años investigando.

Y ahora que Israel ha lanzado un ataque sobre Irán y sus infraestructuras nucleares, al que Irán ha respondido bombardeando Israel, en plenas negociaciones multilaterales con Teherán para frenar sus planes de desarrollo de armas nucleares, te recordamos el mapa de quién tiene esas armas en el mundo que te trajimos en el último boletín.

Queremos dar las gracias a todos y todas los que respondisteis a nuestra propuesta de ese número y nos enviasteis vuestras referencias culturales y personales sobre las armas nucleares. Nos ha gustado mucho leeros y comprobar cómo cada recuerdo activa una mezcla distinta de imágenes, emociones y preguntas. No puedes imaginar las conversaciones en la redacción cada vez que leíamos uno de esos recuerdos, que seguimos leyendo poco a poco.

Algunos nos hablasteis de la infancia durante los años 80, con una amenaza nuclear presente en telediarios y periódicos, pero que calaba de verdad a través de lo cultural: como ese primer contacto con el nombre del grupo Megadeth, basado en una unidad de medida de muertes por ataque nuclear, el megadeath (un millón de muertes). De ahí, el salto de lo fascinante a lo horripilante, y a una postura crítica hacia la energía nuclear.

También nos mencionasteis Juegos de guerra, claro, ese clásico ochentero donde la amenaza global se convertía en juego de adolescentes y advertencia inquietante.

Otros compartisteis imágenes más sombrías y globales: desde el hongo de Hiroshima hasta los cementerios nucleares, pasando por la contaminación invisible. O esa serie que recordáis, Los 100, donde la Tierra devastada obliga a la humanidad a buscar otro hogar en el espacio, como si lo nuclear no solo fuera una amenaza, sino también una razón para escapar del planeta.

También nos habéis hablado de videojuegos como Fallout (y la serie derivada de los mismos) con sus búnkeres subterráneos fruto de lo que ocurrió en una geopolítica distópica que da escalofríos por visionaria si se compara con la situación de las relaciones entre países y bloques de la actualidad.

Gracias por estos recuerdos. Seguiremos leyendo lo que nos mandéis y abriendo ventanas de conversación.

Arrancamos.

El humedal que no existe: el informe oficial que confirma el deterioro de las Tablas de Daimiel

El Parque Nacional de las Tablas de Daimiel cuenta en la actualidad con 1.130 hectáreas inundadas, la mayor superficie registrada desde 2018, gracias a las lluvias de marzo y abril que han permitido aportaciones de agua a través del río Gigüela, que aún mantiene un pequeño caudal de entrada al parque. Sin embargo, esta situación excepcional no supone la salvación del espacio protegido.

Situación de Las Tablas de Daimiel en abril de 2025 | DATADISTA

La actual superficie inundada se debe a las lluvias excepcionales de marzo y abril, que han propiciado una recuperación inesperada del nivel de agua. Sin embargo, a finales de 2024 la situación era crítica: apenas 62 hectáreas permanecían encharcadas de las 2.200 hectáreas inundables del parque nacional. Esta escasez obligó a reactivar los pozos de emergencia, que se han mantenido en funcionamiento hasta principios de abril de 2025.

En este gráfico puedes ver la evolución de la superficie inundada en Las Tablas de Daimiel desde 2019, así como los meses en los que se han activado los pozos de sequía o se ha enviado agua a través de la tubería manchega.

Superficie inundada en las Tablas de Daimiel (en hectáreas). | CHG y DATADISTA

Las últimas lluvias tienen además el riesgo de repetir las prácticas del pasado que contábamos en Sé lo que hicisteis en las últimas sequías, permitir la confianza en la recuperación caída del cielo y no tomar las medidas que llevan años prometiéndose. Ya ocurrió en 2009, cuando la situación llegó a ser tan crítica que se incendió la turbera provocando un incendio subterráneo, desastre medioambiental que además no se percibió hasta que el humo empezó a salir entre las grietas de la tierra cuarteada del parque, allí donde debía estar la tabla de agua. Se anunció entonces un listado de medidas que perdieron su urgencia porque a finales de 2009 empezó a llover como no hacía en años.

El mismo riesgo que se corre ahora, el mismo que ocurrió tras la sequía de mediados de los noventa del siglo pasado pero con el parque cada vez peor. Y eso es lo que cuenta el informe del que te hablamos hoy, que analiza el periodo previo a las últimas lluvias.

El Comité Científico de la Red de Parques Nacionales ha presentado a finales de mayo un informe sobre la situación del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel durante la reunión del Consejo de la Red. El documento, al que ha tenido acceso DATADISTA, muestra que el deterioro del parque no se revertirá sin solucionar el problema de sobreexplotación de las aguas subterráneas, con miles de pozos legales que ya superan la capacidad de regeneración del acuífero, a los que se suman miles de pozos ilegales (7.000 según calculó el Plan del Alto Guadiana, de los cuales se ha regularizado aproximadamente la mitad).

El informe destaca que la alteración del funcionamiento hidrológico es tan pronunciada en Las Tablas de Daimiel que ha pasado de ser una zona de descarga del acuífero a convertirse en una de recarga.

La pérdida de conexión con el acuífero 23 ha transformado completamente el ecosistema. El parque ha pasado de ser un humedal alimentado naturalmente por afloramientos de agua subterránea más la confluencia del Guadiana y el Gigüela a depender casi exclusivamente de aportes artificiales externos: trasvases y sondeos de emergencia pensados para mantener inundada la superficie mínima que evite que la turbera entre en combustión y se repita el desastre del incendio subterráneo que tuvo lugar en 2009.

Esta situación se ha cronificado. En la última década, salvo el repunte excepcional de 2010, Las Tablas han permanecido prácticamente secas la mayor parte del tiempo.

La única opción para que el parque se mantenga en su estado natural sería recuperar los niveles freáticos de las aguas subterráneas de la llanura manchega, limitando las extracciones o recargando el acuífero, opciones que, según el informe, “tendrían una repercusión social importante”.

Según el Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, aprobado en 2017, el “objetivo mínimo de inundación” es de “1.400 hectáreas inundadas a comienzos de primavera y 600 hectáreas a finales de verano”. Sin embargo, en los últimos años ha habido momentos en que la superficie encharcada apenas llegaba a las 20 hectáreas. En septiembre de 2023, el parque se redujo a solo 6 hectáreas inundadas, según los datos de la Confederación Hidrográfica del Guadiana.

No es el único problema que tienen Las Tablas. El informe también explica que la contaminación difusa, debida a la entrada de nutrientes tanto a través de las aguas subterráneas como de vertidos ocasionales por los ríos, ha alterado la fauna y flora autóctonas del Parque Nacional.

Desaparición de las praderas acuáticas y transformación vegetal

El informe, basado en datos de 2023 y principios de 2024, hace un recorrido por la grave regresión de especies de flora y fauna asociadas al humedal.

Las praderas de carófitos (ovas), base del ecosistema acuático y fuente de alimento para aves buceadoras, han desaparecido desde 2010. El masegal, que llegó a ocupar más de 1.000 hectáreas, se ha reducido casi por completo: en 2021 solo quedaban 8 hectáreas. Hoy predominan los carrizales y la vegetación terrestre (tarayes), que no cumplen el mismo papel ecológico.

La vegetación coloniza lo que el agua deja vacío

A la desecación se suma un fenómeno que agrava la degradación del parque: el crecimiento descontrolado de vegetación oportunista debido a la excesiva carga de nutrientes (eutrofización) y a la ausencia de un régimen natural de inundación. El resultado es una producción vegetal inmensa y descompensada.

Situación de las Tablas de Daimiel en septiembre de 2022 | DATADISTA

Según el informe, entre el otoño de 2022 y la primavera de 2023 se extrajeron aproximadamente 3.500 toneladas de biomasa seca de eneas (Typha domingensis) en 60 hectáreas de la mitad occidental del parque. Además, se realizaron desbroces masivos de tarayes (Tamarix canariensis) de hasta 5 metros de altura, que cubrían más de 100 hectáreas.

Estas especies, que sustituyen a las comunidades vegetales acuáticas originales, colmatan el humedal, aceleran su terrestrialización y lo transforman en un entorno más cercano a un campo agrícola abandonado que a un ecosistema lacustre. Sin agua suficiente, ni vegetación sumergida, ni control de nutrientes, el parque pierde su capacidad de autorregulación ecológica.

El declive de las aves

Las consecuencias sobre la avifauna acuática son devastadoras cuando el humedal carece de agua. Este invierno y primavera, aún sin las cifras definitivas, la percepción de los expertos ya indica que el número de aves censadas ha mejorado gracias al aumento de la superficie inundada. Esa mejoría no refleja la situación habitual que ha vivido el humedal en los últimos años.

En los años húmedos, Las Tablas albergaban más de 250.000 aves invernantes. El censo realizado en enero de 2024 apenas registró 23.984 aves acuáticas, una décima parte de las censadas en los años más favorables.

Cerceta pardilla, un ave en peligro de extinción, en las tablas de Daimiel a finales de enero de 2024 | DATADISTA

Han desaparecido o reducido drásticamente las especies asociadas a aguas someras, limpias y con vegetación subacuática, como el porrón moñudo, el porrón común, la cerceta pardilla, la focha moruna o el zampullín cuellinegro. Estas aves, más exigentes en cuanto a hábitat, han cedido terreno a especies más generalistas o tolerantes a condiciones de eutrofización, como el ánade real, el ánade friso, el cuchara común o los ánsares comunes. 

Una pareja de ánsares comunes en Las Tablas de Daimiel en abril de 2025 | DATADISTA

Entre las especies más afectadas se encuentran las que están ligadas a aguas someras y limpias:

  • Porrón moñudo: ausente en 2024.
  • Porrón común: solo 12 individuos.
  • Pato colorado: 172 ejemplares.
  • Cerceta común: 2.269 individuos (lejos de los más de 20.000 censados en años húmedos).

Por el contrario, aumentan especies que toleran aguas eutrofizadas o abiertas:

  • Cuchara común: 1.976 ejemplares.
  • Ánade friso: 2.618.
  • Ánade real: 4.447.

Las especies ligadas a carrizales y vegetación sumergida, como zampullines, fochas o rascones, están prácticamente desaparecidas.

El humedal que solo vive de transfusiones

El informe señala que las medidas actuales de aportación de agua mediante bombeos y trasvases son "insuficientes para garantizar la conservación del humedal" y alerta de que, sin una recuperación del equilibrio hidrológico del acuífero, Las Tablas dejarán de ser un ecosistema acuático y perderán los valores que motivaron su declaración como parque nacional y sitio Ramsar.

Los embalses continúan su descenso estacional, pero alcanzan uno de los niveles más altos en 40 años

La reserva de agua destinada a usos consuntivos —como el abastecimiento humano, agrícola e industrial— continúa su descenso estacional tras alcanzar su pico primaveral. En total, se almacenan 27.114 hectómetros cúbicos de agua, lo que representa el 69,9% de su capacidad. El volumen ha disminuido en 176 hm³ respecto a la semana anterior, una bajada de 0,5 puntos. A pesar de este descenso, los embalses mantienen niveles notablemente elevados: la cifra actual se sitúa 19,2 puntos por encima de la media de los últimos cinco años, que es de 19.540 hm³.

Este comportamiento no supone una ruptura de tendencia, sino que responde a un patrón estacional bien documentado. Desde 1988, en 38 de los últimos 39 años se ha registrado un descenso entre las semanas 20 y 25 del año (finales de mayo a finales de junio), como el que ahora se observa. La media histórica en la semana 24 es de 21.391 hm³, por lo que el nivel actual supera en más de 5.700 hm³ esa referencia. Con estos datos, 2025 se consolida como uno de los años con mayores niveles de agua embalsada para estas fechas.

Esta semana, la cuenca del Cantábrico Occidental registra el mayor aumento en sus embalses de uso consuntivo, con un incremento de 2,2 puntos que eleva su nivel hasta el 95,65 %, con 44 hectómetros cúbicos almacenados. También destacan las subidas en Galicia Costa, que alcanza el 94,94 % con 75 hm³ tras aumentar 1,3 puntos, y en el Ebro, que suma 1 punto hasta situarse en el 89,43 % con 3.977 hm³. Las Cuencas Internas de Cataluña también continúan mejorando, con una subida de 0,9 puntos hasta el 82,72 %, y un total de 560 hm³ embalsados.

📊 Explora el panel de agua y sequía con datos, mapas y gráficos

👉 Análisis semanal

Hasta aquí, la newsletter.

Te has suscrito correctamente a DATADISTA
¡Genial! A continuación, complete el pago para ser socio de DATADISTA
¡Bienvenido/a de nuevo! Has iniciado sesión correctamente
¡Genial! Su cuenta está creada. Revisa tu correo para completar el proceso de registro e iniciar sesión.
¡Genial! Su información de facturación está actualizada.
Error al actualizar la información de facturación.
Tu enlace ha caducado.