Estamos viviendo hechos históricos por encima de nuestras posibilidades. Esta semana se han cumplido dos años desde la declaración de la pandemia por parte de la OMS y ya estamos metidos en una nueva crisis mundial derivada de la guerra iniciada por Vladímir Putin en Europa con la invasión de Ucrania. Esta semana Joe Biden, presidente de EEUU, ya ha hablado de en qué momento comenzaría la III Guerra Mundial.
Decimos adiós o al menos limitamos el que ha sido el principal foco de atención informativa. En estos dos años desde que la COVID-19 llegó oficialmente a nuestras vidas, se ha ido contabilizando de forma individualizada cada caso diagnosticado en España pero esto va a cambiar en breve. El Ministerio de Sanidad comenzará a contabilizar solo los casos más graves. Esto no significa que la pandemia haya terminado.
Y otro foco ya está encendido en el este de Europa y en nuestro bolsillo. La guerra en Ucrania y el temor a que Putin no pare en sus fronteras está provocando numerosos movimientos en los bloques económicos y militares en los que participan los países europeos. Te mostramos en dos mapas cómo están actualmente esos bloques, tanto el de la Alianza Atlántica como el de la Unión Europea, cuyos miembros han enfriado esta semana en Versalles las expectativas de una incorporación rápida de Ucrania al club comunitario.
Impedir que el conflicto escale a nivel mundial en lo que a intervención militar se refiere no va a evitar que llegue a los bolsillos de los europeos. Esta semana se ha conocido el dato del IPC de febrero, mes del que solo quedaban cuatro días cuando empezó la invasión rusa. 7,6% interanual. No se vivía nada igual desde 1986 y eso que febrero solo ha tenido cuatro días de conflicto. Miramos cuánto han subido los distintos tipos de alimentos y cuánto lo ha hecho la luz y la gasolina. Marzo no ha empezado mejor, con los combustibles disparados y días que han superado los 500 €/Mwh en el mercado mayorista de la electricidad. Un dato: hasta julio del año pasado, en España el precio máximo estaba fijado en 180€/Mwh. Desde entonces, por aplicación de la normativa comunitaria, es de 3.000€/Mwh.
Arrancamos.
Fronteras de la III Guerra Mundial
"No hay duda de que estos pueblos valientes que defienden nuestros valores con sus vidas pertenecen a la familia europea", dijo sobre Ucrania la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, hace solo diez días, cuando ya empezaba a hacerse patente la capacidad de resistencia del pueblo ucranio y la fallida invasión relámpago pretendida por Rusia. Von der Leyen confirmaba acto seguido que Ucrania ya había pedido por carta pasar a formar parte de la Unión Europea, al igual que lo han hecho Georgia y Moldavia.
Según el artículo 42.7 del Tratado de la Unión Europea, "si un Estado miembro es objeto de una agresión armada en su territorio, los demás Estados miembros le deberán ayuda y asistencia con todos los medios a su alcance".
¿Es algo que pueda ocurrir en breve para beneficiarse de esa protección común? No tan rápido. La UE ha incrementado el presupuesto para enviar armas a Ucrania, de hecho esta semana ha anunciado que lo dobla, y sigue dando pasos para cooperar con el país pero integrarlo en la Unión, como se ha visto esta semana en Versalles, no va a ser algo inmediato ni mucho menos.
Si la semana pasada te mostrábamos el mapa de los países europeos que forman parte de la Alianza Atlántica, por la obligación de intervenir de todos si alguno es atacado, hoy lo traemos de nuevo al boletín para mostrártelo junto con el de los países que pertenecen a la Unión Europea. Son los márgenes que definen por ahora dónde están las líneas tras las que el conflicto puede escalar hasta adquirir dimensión global. El presidente de EEUU, Joe Biden, lo ha verbalizado esta semana diciendo que "un enfrentamiento OTAN-Rusia equivale a la III Guerra Mundial". Algo similar ocurriría en caso de que se active el mecanismo de defensa mutua de la UE.
La guerra iniciada por Vladimir Putin está acelerando decisiones y provocando agrupamientos de países que permanecían ajenos o al menos solo parcialmente implicados en la lógica de clubes y defensa común, como te mostramos en este artículo. Se habla de la posibilidad de que Suecia y Finlandia soliciten su entrada en la OTAN, en la que no están, y ambos países han pedido a sus socios de la Unión Europea, a la que sí pertenecen, que tengan en cuenta la obligación de defensa mutua si son atacados. Dinamarca, miembro de la Unión Europea y de la OTAN, va a preguntar a su población en referéndum si cambian su autoexclusión de la política de defensa común de la UE y pasan a participar en sus programas militares.
Entrar en la UE no ha sido ni fácil ni rápido para los últimos que lo han intentado ni parece que eso vaya a cambiar con Ucrania, como han mostrado sobre todo los líderes de los países occidentales de la UE tras el encuentro celebrado en Versalles esta semana. La aceptación de un nuevo socio requiere la unanimidad del resto. Otra cosa es que se busquen fórmulas intermedias de asociación.
2,6 millones de desplazados desde Ucrania
2,6 millones de personas que han abandonado el país desde el comienzo de la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) es el mayor éxodo de refugiados en Europa desde la Segunda Guerra Mundial superando el causado por las guerras en la antigua Yugoslavia durante la década de los años 90 del siglo pasado. Según ACNUR la cifra puede llegar rápidamente a los 4 millones de personas.
En este gráfico puedes ver los refugiados que han salido de Ucrania por país de destino.
En los últimos días se han intensificado los ataques sobre la población civil en numerosas ciudades de Ucrania. En los últimos días también se han producido ataque contra instalaciones y ciudades situadas en la parte oeste del país, cerca de las fronteras con Polonia y Rumanía. En este mapa puedes ver la situación hasta el 13 de marzo de 2022, después de 18 días de invasión.
El dinero menguante
Lo que llevas en la cartera, lo que tienes en la cuenta vale hoy menos que hace un año y que hace un mes porque te permite comprar menos cosas, contratar menos servicios, echar menos gasolina al coche. La invasión de Ucrania por Rusia ha venido a sumarse a un incremento de precios que ya venían sufriendo las economías familiares españolas desde hace meses. El dato de febrero, conocido esta semana, muestra un incremento de los precios que conforman el IPC del 7,6% respecto al mismo mes de 2021, una variación que no se veía desde 1986. La amenaza de la invasión del ataque ruso ya estaba teniendo efecto pero hay que tener en cuenta que el inicio de la guerra fue el 24 de febrero, así que el efecto directo de la confirmación del ataque solo ha podido notarse durante cuatro días de ese mes.
Como te mostramos en el siguiente gráfico, hay fuertes aumentos de los precios en productos y servicios que dejan una capacidad de reacción a las familias limitada, como son los que tienen que ver con la vivienda y sus gastos asociados, el transporte y los alimentos.
Ya lo habrás notado en el lineal del supermercado pero, si quieres saber cuánto más estamos pagando en los diferentes tipos de alimentos con respecto a hace un año, lo puedes ver en el siguiente gráfico. El mayor aumento se da en aceites y grasas, que llevan con incrementos interanuales por encima del 20% desde julio del año pasado, pero ya están también por encima del 5% el café, té y cacao; las legumbres y hortalizas; la leche, el queso y los huevos; el pan y los cereales; y las frutas, aunque estas últimas han moderado su aumento con respecto a enero.
Pero, si hay unos precios que están marcando la tendencia inflacionista, son los de la energía. España tiene una dependencia del gas ruso mucho menor que otros países europeos y, sin embargo, el precio del gas en los mercados internacionales sí influye en la fijación del precio mayorista de la luz. El siguiente gráfico lo dice todo: un 80,5% se ha incrementado el precio de la electricidad con respecto a febrero de 2021. Y son datos de febrero, es decir, no incluyen las subidas de esta semana, que ya sobrepasaron algún día los 500€/Mwh.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que inicia la próxima semana una gira para convencer a los socios de la UE de la necesidad de tomar medidas urgentes que mitiguen el efecto de la guerra iniciada por Putin en el coste de la luz, fundamentalmente sacar de la ecuación el gas e imponer precios mayoristas máximos. No descarta tomar medidas unilaterales ante una situación que se está volviendo insostenible.
Hace menos de un año, España tenía fijado el precio máximo del Mwh en el mercado mayorista en 180 euros. Para adaptarse a la normativa europea quitó ese tope y, desde julio de 2021, es de 3.000 €/Mwh. Se planteó un periodo intermedio, en el que el precio máximo fuese de 300 €/Mwh pero la idea no prosperó. Y así estamos.
La gasolina 95 sube hasta los 2,1 euros por litro
La invasión de Ucrania por parte de Rusia también ha supuesto un aumento del precio del barril del petróleo y una subida inmediata del coste del litro de la gasolina en los surtidores. Ya hay 34 gasolineras en España con el precio por litro de la gasolina 95 por encima de los 2 euros con un par de ellas por encima de los 2,1 euros. En 2.405 gasolineras el precio está situado por encima de los 1,9 euros/litro. Es el 23% de todas las gasolineras del país, según el análisis realizado por DATADISTA de los datos publicados hasta esta mañana. Hay que tener en cuenta que no todas las más de 10.00 gasolineras existentes han remitido sus precios actualizados en los últimos días al Ministerio de Industria.
En este gráfico puedes ver la evolución del precio medio semanal de la gasolina 95 en España desde enero de 2020 hasta el 7 de marzo de 2022.
COVID: La incidencia se estanca pero sigue bajando la ocupación hospitalaria
La incidencia acumulada se ha estancado en los últimos días al situarse el viernes en los 430,1 casos por cada 100.000 habitantes. Hay seis comunidades autónomas por encima de los 500 casos: Canarias, Galicia, Extremadura, Cataluña, Murcia y La Rioja. Aunque la situación es positiva en cuanto a la hospitalización. Las comunidades autónomas de Andalucía, Extremadura y Galicia están en una situación controlada en UCI al estar por debajo del 5%. La media nacional es del 7,55% con 689 personas ingresadas en estas unidades.
Por grupos de edad, la mayor incidencia se sitúa entre los grupos de edad de 12 a 19 y de 20 a 29 años con 701 y 541 casos por cada 100.000 habitantes, respectivamente. En este gráfico puedes ver la evolución.
Sanidad solo contabilizará los casos más graves con COVID-19
El miércoles se celebraron en Zaragoza las Jornadas del Sistema Nacional de Salud, donde el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas acordaron la creación de una Red Estatal de Vigilancia de Salud Pública para la vigilancia no solo de enfermedades transmisibles, sino también no transmisibles, violencia y lesiones, farmacovigilancia, salud animal, seguridad alimentaria, sanidad ambiental y otros. Esta vigilancia se hará mediante una selección de muestras representativas de la sociedad similar a la que utiliza el sistema Centinela para el control de la gripe. Está previsto que se ponga en marcha durante el primer trimestre de 2023.
Mientras tanto se articulará un sistema de transición para el seguimiento de la COVID-19 del que solo conocemos algunos detalles. El principal es que solo se empezarán a contabilizar los casos más graves de la COVID-19 y en entornos vulnerables, aunque se seguirán analizando los datos de PCR y antígenos realizados por los laboratorios clínicos y la capacidad asistencial de los hospitales. De momento, la semana que viene la Ponencia de Alertas elevará a la Comisión de Salud Pública una propuesta para este nuevo sistema de transición. Según explicó la ministra de Sanidad, este sistema será capaz de detectar aumentos de la incidencia en la población general, detectar de forma precoz nuevas variantes y la efectividad de las vacunas.
La mascarilla en interiores aún seguirá unas semanas más
Aún no se ha tomado una decisión sobre la eliminación de la obligación del uso de las mascarillas en interiores. En la reunión celebrada en Zaragoza este tema quedó fuera del orden del día. El Ministerio de Sanidad está esperando ver la evolución en las próximas semanas de la incidencia, que aún es alta, para tomar una decisión. Lo que parece es que su eliminación no será total, sino que se mantendría en algunos espacios públicos de gran afluencia o vulnerabilidad como transportes públicos y hospitales.
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